Crisis ganadera en la Región Centro; cierre fronterizo golpea a productores
La millonaria cadena de afectación es inmensa. alcanza a forrajeras, veterinarias, productores del campo entre otros expuso Arturo Valdez como pequeño productor afectado
Por: Roberto Ortiz
El cierre de la frontera norte de México con Estados Unidos para la exportación de ganado ha desatado una crisis severa en la Región Centro, donde más de 300 pequeños y medianos productores se encuentran afectados. Arturo Valdez, integrante de la asociación ganadera local, describió las múltiples repercusiones económicas y sociales de esta medida sanitaria.
“Es muy lamentable que nos hayan cerrado la frontera, y todo esto es una negligencia del gobierno federal. Permitieron el paso ilegal de más de 800,000 cabezas de ganado infectadas con el gusano barrenador, lo que desató esta situación crítica. Ahora los estados del norte, que dependemos de la exportación, estamos en una grave desventaja”, señaló Valdez.
El impacto económico es demoledor para los ganaderos, quienes vendían becerros de exportación a precios mucho más altos en comparación con el mercado nacional. Según Valdez, un becerro de 200 kilos, que se exportaba a 15,000 pesos, ahora solo genera entre 7,000 y 8,000 pesos en el mercado interno. Esta diferencia amenaza la viabilidad de los pequeños productores.
La ganadería en el norte de México ya enfrentaba años difíciles debido al cambio climático y la escasez de lluvias. El buen precio de exportación había sido el único aliciente para los productores, pero el cierre fronterizo elimina esta fuente clave de ingresos. En Coahuila, cada año se exportaban cerca de 70,000 becerros, representando ingresos de hasta 6,000 millones de pesos.

“En municipios como Monclova y Castaños, la ganadería es el sustento principal de muchas familias. Este cierre afecta no solo a los ganaderos, sino también a una extensa cadena productiva que incluye forrajeras, veterinarias y otros sectores que dependen de esta actividad”, explicó Valdez, subrayando la gravedad de la situación.
Castaños, identificado como uno de los municipios más golpeados, enfrenta una realidad desalentadora. Los productores no solo pierden ingresos, sino que también deben lidiar con los costos de alimentar a sus animales en un contexto de precios bajos y limitada capacidad de venta. Esto amenaza con provocar una reducción significativa en la actividad ganadera de la región.
El problema no es solo económico; es una cadena de afectaciones que involucra a toda la comunidad. Sin exportación, los ganaderos tienen menos incentivos para alimentar adecuadamente a sus animales, lo que a su vez afecta a los productores de forraje y otros insumos necesarios. “Estamos viendo un impacto que se extiende por toda la región”, señaló Valdez.
Los productores exigen medidas urgentes al gobierno federal para resolver el conflicto con Estados Unidos y garantizar el retorno de la exportación de ganado. Mientras tanto, la incertidumbre y las pérdidas económicas siguen creciendo, dejando a cientos de familias en una situación desesperante. “Necesitamos apoyo para superar esta crisis que no solo afecta a los ganaderos, sino a toda la economía regional”, concluyó Valdez.