Insuficiencia renal mantiene delicado al papa Francisco
El Papa Francisco ha estado hospitalizado desde el pasado 14 de febrero debido a una neumonía bilateral, la cual se ha complicado con insuficiencia renal leve y crisis respiratorias. Estos padecimientos han provocado que el pontífice argentino, de 88 años, enfrente un estado crítico de salud.
A pesar de la gravedad de su condición, el Papa mantiene la capacidad de levantarse, alimentarse con normalidad y no presenta dolor. Además, su estado de ánimo sigue siendo positivo, lo que brinda tranquilidad a sus seguidores y a la comunidad católica en todo el mundo.
La insuficiencia renal es una enfermedad que reduce la función de los riñones a menos del 15% de su capacidad normal, según el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales. Cuando esto ocurre, el organismo acumula toxinas y exceso de agua, lo que puede generar diversas complicaciones.
Los principales síntomas de la insuficiencia renal incluyen hinchazón en las extremidades, dolores de cabeza, picazón, fatiga diurna, insomnio, pérdida del sentido del gusto, inapetencia, adelgazamiento y disminución de la producción de orina. También pueden presentarse calambres musculares, debilidad, entumecimiento, rigidez en las articulaciones y problemas de concentración.
Entre las complicaciones derivadas de la insuficiencia renal destaca la presión arterial alta, que puede ser tanto causa como consecuencia de la enfermedad. La hipertensión daña los riñones e interfiere en su función de control de la presión arterial, lo que agrava aún más el cuadro clínico de los pacientes afectados por este padecimiento.
La salud del Papa Francisco sigue bajo constante monitoreo por parte del equipo médico, y se espera que en los próximos días se brinden actualizaciones sobre su evolución. La comunidad católica permanece en oración por su pronta recuperación.
