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Nancy, la madre buscadora que inspira a otras familias a encontrar la paz

  • Trazan ruta de búsqueda en la Región Centro, aunque mantienen bajo reserva mayores datos

Por: Roberto Ortiz

Monclova. Nancy Elizabeth convirtió su dolor en fortaleza. Tras años de angustia, logró encontrar los restos de su hijo desaparecido y, desde entonces, su propósito de vida cambió: ahora busca ayudar a otras familias para que también puedan hallar a sus seres queridos. Su lucha la ha llevado a encabezar el colectivo “Juntos en Acción por nuestros Desaparecidos Región Centro de Coahuila”.

Este grupo, conformado por 20 mujeres, está organizando una nueva búsqueda intensiva en puntos confidenciales de Monclova y San Buenaventura. La estrategia se inspira en otras búsquedas realizadas en estados como Jalisco, donde recientemente se han localizado restos en el rancho Izaguirre, en Teuchitlán. La esperanza de encontrar respuestas mantiene a las integrantes del colectivo en pie de lucha.

Las mujeres que conforman el grupo llevan más de una década buscando a sus familiares. Nancy recuerda que en 2011, año en que desapareció su hijo, la violencia en Coahuila alcanzó niveles críticos. Se estima que hay más de 3,000 personas desaparecidas en el estado, pero en la región centro aún no hay un número exacto. Ante esto, el colectivo busca que más familias se sumen a la causa para documentar la magnitud del problema.

El miedo es uno de los principales obstáculos. “Faltan más madres que quieran unirse, muchas tienen miedo a represalias, pero yo pienso… miedo, ¿a qué? Si ya nos quitaron lo que era de uno”, expresó Nancy. Pese a las amenazas y el peligro que implica su labor, ella y sus compañeras —madres, hermanas e hijas de desaparecidos— están decididas a buscar en cualquier rincón para encontrar respuestas.

La historia de Nancy: del dolor a la esperanza

Hace dos años, Nancy encontró los restos de su hijo, Juan Manuel Montoya Ramón, quien tenía 18 años cuando desapareció en 2012. El joven fue privado de su libertad en la colonia Santa Bárbara mientras estaba en la puerta de la casa de su abuela, junto a otros dos jóvenes de 15 y 18 años. Desde aquel día, su madre no descansó hasta obtener respuestas.

Nancy tuvo que viajar hasta la Fiscalía en Saltillo para interponer la denuncia, ya que en la región centro le negaron la atención. Tras años de lucha, logró exhumar los restos de su hijo en una fosa común del panteón Sagrado Corazón en Estancias, Coahuila. Finalmente, pudo darle una despedida digna y, aunque el dolor nunca se va, encontró un poco de paz.

“Encontré paz y quiero que ellas encuentren la paz que yo encontré”, sostiene Nancy. Con su experiencia, busca animar a más familias a unirse al colectivo y continuar la lucha por la verdad. Para quienes quieran sumarse a la causa, pueden comunicarse al número 866 107 62 44 y obtener más información.

Un acto de valentía en medio de la incertidumbre

Más allá de encontrar restos humanos, el colectivo también busca brindar consuelo a las familias que siguen sin noticias de sus desaparecidos. Nancy sabe que, muchas veces, lo único que piden los familiares es saber qué pasó con sus seres queridos, ya sea que estén vivos o muertos.

Este esfuerzo representa una lucha incansable contra la indiferencia y el miedo, un acto de valentía en medio de una crisis humanitaria que ha dejado a miles de familias en la incertidumbre. Mientras haya madres buscadoras como Nancy, la esperanza seguirá viva en Coahuila.

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