Murió el papa Francisco a los 88 años; el mundo despide al líder que revolucionó la Iglesia católica
El mundo católico y la comunidad internacional lamentan la muerte del papa Francisco, quien falleció este lunes a los 88 años tras una serie de complicaciones de salud. Su papado, iniciado en 2013, marcó una era de apertura, cercanía con los marginados y reformas profundas dentro del Vaticano.
El deceso ocurrió a las 07:35 de la mañana (hora de Roma), según confirmó el cardenal Kevin Farrell, Camarlengo del Vaticano. En un breve mensaje, señaló con solemnidad: “El obispo de Roma, Francisco, regresó a la casa del Padre. Dedicó toda su vida al servicio del Señor y de la Iglesia”.
La causa principal de su muerte fue una neumonía bilateral, que agravó su ya delicado estado de salud. Desde hacía semanas, su cuerpo enfrentaba infecciones respiratorias, dolores crónicos en la rodilla, complicaciones en la cadera y una fragilidad creciente que lo mantenía convaleciente.
El último boletín médico del Vaticano informó que el Papa sufría una infección polimicrobiana en un contexto de bronquiectasia y bronquitis asmática. Requirió cortisona y antibióticos fuertes. Aunque en un principio su estado no fue considerado grave, el cuadro clínico se tornó complejo rápidamente.
El papa Francisco pasó su última Pascua en vida con limitaciones. Ya no pudo presidir las celebraciones y permaneció en su residencia, la Casa Santa Marta, donde recibió al vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, en una breve audiencia privada que apenas duró unos minutos.
A mediados de febrero, el pontífice fue ingresado al hospital tras presentar síntomas de bronquitis. Aunque se intentó transmitir tranquilidad, la Santa Sede advirtió después que se trataba de un “cuadro clínico complejo”, lo cual prolongó su internamiento y encendió señales de alerta.
El 18 de febrero se cancelaron todos sus compromisos públicos. Ese mismo día, se confirmó que padecía neumonía bilateral, lo que agravó su estado y demandó cuidados farmacológicos intensos. Aun con todo eso, el Vaticano aseguró que el Papa “estaba de buen humor”, aferrado a la esperanza.
La muerte del pontífice argentino activa ahora el proceso para convocar al Cónclave, donde cardenales de todo el mundo deberán elegir al próximo líder de la Iglesia católica. El protocolo vaticano establece varios días de luto antes de que inicie la deliberación para designar al nuevo Papa.
Durante su papado, Francisco impulsó una Iglesia más inclusiva, abierta al diálogo con el mundo moderno. Rompió esquemas al pronunciarse sobre temas como el matrimonio homosexual, el papel de la mujer, el aborto y el medio ambiente, desatando debates dentro y fuera del Vaticano.
También compartió casi una década la Santa Sede con su antecesor, Benedicto XVI, hasta que este falleció en diciembre de 2022. La imagen de ambos pontífices convivientes marcó un capítulo inédito en la historia reciente de la Iglesia católica, mostrando una transición sin rupturas.
Hoy, en plazas, iglesias y hogares, millones de personas rezan por el alma de Francisco. No solo por el líder religioso, sino por el hombre que caminó entre los más pobres, habló con los olvidados y trató de construir una Iglesia que no solo mirara al cielo, sino también a la tierra.