Estudiantes de la Normal de Monclova marchan para exigir reubicación inmediata
Con pancartas, consignas y una firme determinación, estudiantes de la Escuela Normal de Monclova tomaron las calles para exigir lo que consideran justo: un lugar seguro y digno para formarse como docentes. “¡Normalistas en formación exigimos reubicación!”, fue el grito que se escuchó a lo largo del bulevar Pape.
La marcha inició en la Plaza del Magisterio y avanzó hasta la colonia Primero de Mayo, en un recorrido cargado de simbolismo y urgencia. No fue una protesta más; fue el clamor de quienes estudian para enseñar, pero lo hacen en instalaciones plagadas de robos, fallas de servicios y amenazas a su integridad.
En total, han sufrido al menos cinco robos dentro del plantel. Las fallas eléctricas y de agua potable son constantes, y en temporada de lluvias, la escuela se convierte en una trampa de agua. Lo más alarmante, según denunciaron, ha sido la entrada de personas intoxicadas al recinto educativo.





Ante esta realidad, la comunidad normalista decidió levantar la voz. No con violencia, sino con organización, con una marcha pacífica pero contundente. Su reclamo no es nuevo, pero el cansancio se ha vuelto insoportable. Quieren ser escuchados. Quieren soluciones. Quieren respeto. Y no están dispuestos a esperar más.
Como parte de su protesta, este jueves suspendieron totalmente las clases. La exigencia es clara: reubicación inmediata a un espacio seguro y funcional. No es un capricho, dicen los alumnos, es una necesidad urgente. Aprender en el abandono no es formar maestros; es formar resignaciones. Y ellos se niegan a resignarse.