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Alhira Reséndiz: la crisis comercial golpea a Monclova y Carbonífera, pero hay esperanza en incentivos fiscales

Económicamente hablando, el comercio en Coahuila vive uno de sus momentos más críticos. “Como todos lo sabemos, es una situación muy difícil, no sólo para la región Centro del estado, sino también para otras zonas como la Carbonífera, donde yo vivo”, expresó Alhira Reséndiz, presidenta de FECADECO.

Desde su trinchera en la región carbonífera, Reséndiz señaló que el impacto del cierre de Altos Hornos no se limita a Monclova. “Allá también había proveedores, había cadenas completas que dependían de esa economía. Lo que pasa aquí se refleja también allá”, sostuvo al hacer énfasis en la urgencia de trabajar en unidad con los tres niveles de gobierno.

La situación en Nueva Rosita, aseguró, es particularmente delicada. “Yo creo que un 20 a 30 por ciento de las ventas se ha perdido en ese municipio. Es el más golpeado. Y eso sin contar que desde antes ya vivíamos una parálisis económica por el tema del carbón”, indicó, visiblemente afectada.

A pesar del panorama, la lideresa empresarial reconoció la apertura y disposición de los gobiernos municipal y estatal. “En Monclova hay buena coordinación y eso ha ayudado a que no colapse todo. Pero seguimos tocando puertas para que desde lo federal llegue el apoyo que tanto necesitamos”, dijo.

Durante la reciente visita de la presidenta Claudia Sheinbaum a la región, Reséndiz destacó que por fin se colocó el tema sobre la mesa nacional. “Eso ya es algo. Que se reconozca que estamos en crisis y que se hable de incentivos fiscales, es un paso que necesitábamos desde hace tiempo”, comentó.

FECADECO ha estado impulsando campañas de consumo local como una forma de resistir. “La gran escapada”, iniciativa turística y comercial, busca dar oxígeno a hoteles, restaurantes y negocios. “No va a solucionar todo, pero es lo que podemos hacer como ciudadanos organizados”, explicó.

En la región carbonífera, que abarca Sabinas, San Juan de Sabinas y Múzquiz, el daño es desigual, pero profundo. “La economía va lenta. Primero se nos vino abajo el carbón, luego el cierre de la frontera para el ganado, luego Micare, y finalmente AMSA. ¿Qué más falta?”, lamentó Reséndiz.

Aun así, no pierden la fe. “Hay conversaciones avanzadas con el gobierno federal. Se está hablando de incentivos federales, estatales y municipales. Lo importante es que ya se nos está tomando en cuenta, ya se mencionó en la mañanera. Eso nos anima a seguir tocando puertas”, afirmó.

Con más de 30 años de experiencia en la vida comercial, Alira Reséndiz no se rinde. “Confiamos en las gestiones. El ‘no’ ya lo tenemos. Seguiremos insistiendo porque el comercio es el corazón de nuestras regiones y no podemos permitir que deje de latir”, concluyó esperanzada.

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