Se avecinan despidos en Gunderson GIMSA: CTM alerta por recorte de personal ante baja en pedidos
Monclova, Coahuila.– Entre la incertidumbre y la esperanza de nuevos contratos, al menos 30 trabajadores de la planta Gunderson GIMSA serán despedidos esta semana. Así lo confirmó Jorge Carlos Mata López, secretario general de la CTM en Monclova, quien advirtió que el número podría aumentar en las próximas tres semanas si no llegan nuevos pedidos de carros de ferrocarril.
Para muchos, es una noticia difícil de digerir. La planta, una de las más importantes en el sector industrial de la Región Centro, entra nuevamente en un periodo de baja producción. El motivo: la conclusión del primer semestre fiscal en Estados Unidos, que detiene temporalmente las órdenes de fabricación, afectando directamente a los empleados en Monclova.
“Las empresas de carros de ferrocarril tienen ciclos: hay temporadas altas y temporadas bajas. Hoy estamos entrando a una etapa de pausa en la producción”, explicó Mata López. La noticia no es nueva, pero no por eso deja de golpear: cada trabajador representa una familia, y cada recorte, una preocupación creciente.
Hasta ahora, se analiza un primer ajuste de entre 30 y 40 empleados, pero el panorama sigue abierto. De no concretarse contratos extraordinarios, podría haber más bajas. “Estamos esperando que la empresa nos confirme si hubo algún pedido adicional que permita sostener la plantilla”, expresó el dirigente.
En este momento, se revisan los turnos y áreas donde se aplicarían los recortes. A pesar del hermetismo, la CTM asegura que mantiene comunicación con los directivos de la planta, intentando atenuar el impacto y buscar opciones para evitar que más familias se queden sin ingresos.
La situación no se limita a causas internas. Mata López señaló que factores como los aranceles al acero, los conflictos en Medio Oriente y la desaceleración económica de Estados Unidos también están golpeando indirectamente al sector. “Cuando la economía estadounidense se frena, nosotros también lo sentimos. No somos ajenos a lo que pasa afuera”, dijo.
Gunderson GIMSA ya ha enfrentado situaciones similares en años pasados. Sin embargo, cada vez el golpe emocional parece más profundo. Porque detrás de cada número, hay historias, proyectos, recibos por pagar y niños esperando en casa. Y en Monclova, donde la industria ha sido la columna vertebral de la ciudad, cada despido es una herida que cuesta cerrar.