Región

La “dualidad” de Manolo

¡Qué tiempos vivimos, estimados lectores! Monclova, la otrora capital del acero, se ha convertido en el escenario de una gran tragedia, o mejor dicho, en el circo perfecto donde la política estatal baila al son de los billetes verdes. Y en el centro de la pista, por supuesto, tenemos a nuestro Gobernador Manolo Jiménez, un hombre con la admirable capacidad de ofrecer un respaldo de acero… pero solo a quien trae la chequera gorda.

Me refiero, claro está, a su flamante promesa de ofrecer todas las facilidades a los inversionistas que deseen reactivar Altos Hornos de México (AHMSA). ¡Qué generosidad! Mientras la gente de Monclova se ahoga en el desempleo y la incertidumbre, él extiende la alfombra roja a los posibles compradores. Yo pregunto ¿por qué el respaldo es solo para los que vienen de fuera? ¿Por qué no enfocamos esa energía y esas “facilidades” en la gente que ya está aquí, que está vendiendo hasta los calzones para sobrevivir?

La realidad, señoras y señores, es que Monclova está en el suelo. No es solo una percepción, es una crisis inmobiliaria documentada. La falta de empleos y la ausencia de circulante han provocado una sobreoferta de vivienda usada. Las familias están recurriendo a los dolorosos “traspasos” de casas Infonavit, buscando liquidar deudas, recuperar algo de inversión y, sobre todo, largarse a donde sí haya chamba. Miriam Casas Martínez, de la AMPI, lo dijo claro: el meollo del problema es la falta de empleos en la región. ¿Y qué hace el gobierno? Ofrecerle palmaditas en la espalda a los tiburones que vienen a ver qué se llevan de AHMSA.

La Excusa Perfecta y el Fantasma de Dual

Y si de crear cortinas de humo se trata, el Gobernador se lleva la medalla de oro. Ya se cansó de culpar al “gobierno federal anterior” y a los “intereses personales y pleitos políticos” por la debacle de AHMSA, asegurando que sus errores dejaron a la siderúrgica al borde del colapso.

Ahora, cuando le toca hablar de diversificación industrial —esa promesa que supuestamente generaría miles de empleos en las regiones Centro y Carbonífera—, el discurso se topa con la cruda realidad: las empresas no llegan. Pero, ¡no se preocupen! El equipo de Jiménez ya encontró la excusa perfecta para salirse por la tangente: la culpa es de los aranceles. Sí, claro. Cuando no es un pleito político, es un impuesto de importación.

Mientras tanto, seguimos esperando con palomitas en mano a la mentada inversión de Dual, de la que llevamos más de un año oyendo. Es como el cuento de Pedro y el Lobo: se anuncia, se pospone, se vuelve a anunciar, y Monclova sigue viendo cómo los obreros que lograron mantener su seguridad social y patrimonio protegido son la excepción, no la regla.

El Horno Eléctrico: El Verdadero Tesoro

En cuanto al drama de AHMSA, el proceso concursal sigue más enredado que telaraña vieja. Mientras unos inversionistas recorren las instalaciones y, ¡oh, sorpresa!, quedan “sorprendidos por el estado de la planta” gracias al esfuerzo de los trabajadores y guardias, otros están impugnando la venta de tres bodegas, haciendo de esto un lodazal legal.

Pero, regresemos a los inversionistas. El Gobernador habla de darles respaldo. ¿Pero qué es lo que realmente buscan?

Según me cuenta una fuente muy, muy enterada del tema, esos inversionistas que actualmente se pasean por los pasillos de la acerería tienen sus ojos puestos en un solo lugar, más que en la reactivación total de la planta: el horno eléctrico. Sí, ese viejo conocido. Parece que el interés no es levantar el titán de acero, sino aprovechar la joya de la corona, el activo que aún vale oro. Es la misma historia de siempre: desmembrar el cuerpo para vender las partes más valiosas.

Y para rematar la función, las versiones entre los que fueron trabajadores de AHMSA ya corren como pólvora, asegurando que estos mentados inversionistas serían ni más ni menos que de la firma Blink Capital Solutions. Si esto resulta ser cierto, que alguien me pellizque.

Manolo Jiménez debe dejar de ser el cheerleader de los inversionistas y empezar a ser el gobernador de todo Coahuila no solo de Torreón y Saltillo Los ciudadanos no necesitan promesas vagas de “inversiones automotrices y energéticas que arrancarán antes de fin de año” que suenan a solo más promesas. Necesitamos acciones concretas que reviertan el colapso económico que él mismo atribuye a la mala gestión pasada, pero que parece incapaz de solucionar en el presente.

A ver si para la próxima, el respaldo que ofrece el gobierno es para el ciudadano de a pie, y no solo para el magnate que viene a ver si el horno eléctrico le da el siguiente golpe de suerte. Ya basta de excusas baratas. ¡Queremos trabajo, no más promesas Duales!

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