Zamudio “Libra” la Primera Batalla… ¡Qué Gran Victoria!
Si hay algo que me fascina de la debacle de Altos Hornos de México (AHMSA), es la capacidad de sus exdirectivos para convertir la bancarrota en un acto de prestidigitación legal. La semana comienza con una “victoria” monumental para el exdirector general Luis Zamudio Miechelsen. ¿Y cuál fue el golpe maestro? Optar por el glorioso silencio y solicitar la duplicidad del término legal, 144 horas, para preparar una defensa que demuestre su inocencia. Es decir, el primer gran triunfo fue conseguir más tiempo para pensar qué decir. Brillante.
Recordemos el motivo de este circo judicial: el Grupo Financiero Afirme lo acusa del grave delito de Abuso de Confianza en Calidad de Depositaria en Cuantía Mayor por la esfumación de 9 toneladas 415 kilos de estaño metalizado. Este material tiene un valor actual de 9 millones 691 mil pesos y Zamudio era el responsable legal de su resguardo desde diciembre de 2017, cuando firmó como “bodeguero habilitado”.
Su defensa ante la desaparición del metal, que requiere montacargas y camiones para ser movido y cuya extracción, según la querella, no dejó huellas de violencia en los candados, es francamente de antología. El ex directivo, tras salir del juzgado sin que se le dictara prisión preventiva, declaró que cuando el faltante fue descubierto en agosto de 2024, “no había luz en la empresa” y, “por consecuencia, no había cámaras de vigilancia”, pues AHMSA ya estaba en paro total por la quiebra. ¡Qué conveniente! La oscuridad como coartada. Yo, que soy mal pensado, veo la mano invisible del caos corporativo cubriendo la sustracción de millones. Por ahora, el juez le concedió las 144 horas, pero lo apercibió: si falta a la próxima cita del 15 de octubre a las 14:00 horas, se ordenará su aprehensión.
AHMSA Emite Aclaración y Deslinda al Exdirector: La Víctima se Defiende Sola
Y, como si el guion fuera escrito por un dramaturgo con exceso de ironía, Altos Hornos de México, la misma empresa que ya no puede pagar ni la luz, sale a escena con un comunicado fechado el 9 de octubre de 2025 para desmentir categóricamente que el Ing. Zamudio sea el presunto responsable del robo de estaño.
Aquí es donde la narrativa se tuerce: AHMSA precisa que el ex director no es el culpable ni debe pagar 10 millones de pesos. En su lugar, la empresa afirma que la falta de entrega a Almacenadora Afirme de las 9.415 toneladas de estaño se debe a que este material “había sido robado por personas aún desconocidas” en agosto de 2024.
Es más, según la versión corporativa, tanto el Ing. Zamudio como AHMSA son parte afectada en este hurto y que, tras el incidente, inmediatamente presentaron una denuncia penal ante la Fiscalía General del Estado. La acerera concluye con una fe ciega en el sistema: asegura que no existen elementos para continuar con un proceso penal en contra del Ing. Zamudio, pues están convencidos de que las investigaciones “se dará con los responsables del robo del estaño”. La lectura subyacente es clara: la empresa prefiere culpar a un grupo de ladrones invisibles que lograron mover casi diez toneladas de metal en la oscuridad a aceptar que hubo una falla grave de resguardo por parte del exdirector, quien legalmente era el “bodeguero habilitado”.
Madisa Rompe el Silencio: El Despojo Institucional
Pero justo cuando la atención se centra en la desaparición del estaño, un proveedor clave nos recuerda que el verdadero negocio está en la liquidación de activos. Máquinas Diesel, S.A. de C.V. (Madisa), uno de los acreedores más importantes, rompe su silencio, aclarando que su participación en el proceso es “forzada” debido a los “adeudos significativos” que AHMSA mantiene.
Y su objetivo, dicen, es noble: que las operaciones se reactiven y se protejan los intereses y derechos de los trabajadores, a quienes consideran los principales afectados. Pero la verdadera bomba viene con su solicitud formal: la remoción del Síndico, Víctor Manuel Aguilera.
¿Las razones? “Serias irregularidades y actos contrarios al interés” de los acreedores y, de nuevo, de los trabajadores. Madisa no se anda con medias tintas y enumera las prácticas que, a mi juicio, convierten la quiebra en un bazar de remates opacos:
1. Se han realizado Ventas Ilegales de Activos sin transparencia ni rendición de cuentas sobre los recursos obtenidos.
2. Se utilizan Avalúos Bajísimos que resultan en valores por debajo del mercado, y lo peor, precios de salida todavía más bajos.
3. El Síndico se ha Negado a Devolver Equipos rentados a proveedores, aumentando innecesariamente la deuda de AHMSA.
4. Se intentó contratar a un intermediario para la venta de activos con un costo excesivo.
Mientras la exdirección se defiende con la coartada de la falta de luz para justificar un robo millonario, Madisa nos señala que el auténtico saqueo podría estar ocurriendo a plena luz del día, bajo la venia del administrador de la quiebra. Exigen, eso sí, que la venta se haga “con prontitud, conforme a la ley”. Al final, todo este drama legal nos deja una certeza inquietante: si el estaño se roba en la oscuridad, la empresa se desmantela con irregularidades administrativas, y en ambos casos, el único que sigue sin ver un peso es el trabajador.

