Desaparición temporal del Obispo Salvador Rangel Mendoza, figura controversial en Guerrero
Agencias
El Obispo Salvador Rangel Mendoza, conocido por sus intervenciones poco convencionales y su papel mediador en conflictos sociales, ha vuelto a los titulares tras su breve desaparición y posterior localización en un hospital. Este acontecimiento ha generado preocupación y especulación en todo el país debido a su histórica implicación en asuntos delicados, especialmente su polémica relación con líderes del crimen organizado en Guerrero.
Nacido el 23 de abril de 1946 en Tepalcatepec, Michoacán, Salvador Rangel Mendoza ha dedicado gran parte de su vida al servicio religioso. Inició su carrera sacerdotal en el seminario menor de la Confraternidad Sacerdotal Operarios del Reino de Cristo, posteriormente ingresó a la orden franciscana en la provincia de San Pedro y San Pablo de Michoacán. A los 24 años, el 24 de noviembre de 1970, emitió sus primeros votos sacerdotales y desde entonces ha desempeñado roles diversos en Guanajuato y Michoacán.
El Papa Francisco decidió su traslado de Huejutla a la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa el 20 de junio de 2015, momento en el que su figura comenzó a destacar por sus declaraciones y acciones en la región. Sin embargo, fue en 2017 cuando provocó una considerable controversia al admitir públicamente haber mantenido reuniones con líderes del crimen organizado de la Sierra de Guerrero, con el objetivo de promover treguas temporales, especialmente durante festividades como Navidad o Año Nuevo.
Estas declaraciones le valieron críticas tanto del gobierno estatal como de algunos sectores de la sociedad, quienes cuestionaron su legitimidad para entablar diálogos con grupos criminales. Ante esto, el Obispo defendió su postura argumentando que estaba realizando una labor que el gobierno debería asumir para promover la paz en la conflictiva región de Guerrero:
“Yo sólo hago el trabajo que el Gobierno no hace porque es el que debería de estar dialogado con estos grupos para que en Guerrero haya paz”.
La reciente desaparición temporal del Obispo Salvador Rangel Mendoza ha generado un revuelo adicional en medio de estas controversias. Aunque ha sido localizado en un hospital y se encuentra estable, este incidente ha avivado el debate en torno a su rol y sus métodos en la búsqueda de soluciones para la problemática del crimen y la violencia en Guerrero.
