Repartidor de Pizza Klein Sufre Accidente y Empresa Niega Accidente Laboral
El repartidor de Pizza Klein, Erick Chávez, sufrió un choque contra una camioneta mientras trabajaba, y la empresa se resistía a aceptar que se trató de un accidente laboral.
“No te desvivas por un trabajo porque ellos no van a velar por ustedes”, son las palabras de Maryel Moreno, pareja de Erick Chávez. El pasado sábado, a pocos minutos de haber iniciado su jornada como repartidor, Erick sufrió un accidente que le provocó un traumatismo craneoencefálico y, para empeorar la situación, recibió una casi nula respuesta por parte de su patrón.
Durante dos años continuos, el joven de 28 años prestó sus servicios a la pizzería, mientras que su pareja, Maryel, hasta hace un mes se desempeñó como supervisora durante un año. Por estos motivos, la familia esperaba un respaldo favorable, sin imaginarse que el negocio incluso trataría de negar que fue un accidente de trabajo.
Maryel enfatizó que Erick cuenta con Seguridad Social, pero lo inaceptable es que intentaran evadir que lo ocurrido el pasado sábado fue un accidente mientras hacía su trabajo. Erick inició su jornada laboral a las 12 pm y el accidente ocurrió a las 12:10 pm, de acuerdo con el peritaje. Sin embargo, el gerente del negocio se encargó de asegurar y firmar en la incapacidad que el accidente fue a las 11:50 am, antes de iniciar su jornada. Esta acción molestó a la familia, ya que no se reconocería la incapacidad como un accidente laboral.
Maryel decidió quejarse públicamente a través de redes sociales, lo que captó la atención de Ariel Delgado, propietario del negocio, quien accedió a firmar que el accidente fue a las 12 pm y, por lo tanto, la incapacidad sería reconocida. Sin embargo, esto ocurrió el pasado martes y solo después de estar en el ojo del huracán de la comunidad, afirmó Maryel.
Hasta hoy, el propietario de tan reconocido negocio sostuvo que apoyarán a la familia en cualquier cosa que necesiten, una situación a la que aparentemente cedió luego de la presión social.
Maryel quiere dejar un mensaje muy claro: las personas no deben desvivirse por un trabajo en el cual, en cualquier momento, serán reemplazados sin culpa alguna y sin respaldo.
