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Acuña enfrenta riesgo de desabasto por extracciones extremas en presa La Amistad

El agua comienza a escasear en Ciudad Acuña. El aumento inusual de extracciones en la presa La Amistad tiene en alerta a las autoridades locales. El alcalde Emilio de Hoyos advirtió que el suministro para consumo humano, agricultura y economía está en riesgo si no se detienen estas acciones urgentes.

La extracción subió de 19 a 120 metros cúbicos por segundo desde el domingo pasado. Es decir, se extrae más de cinco veces el volumen habitual, y esta medida continuará hasta el 23 de abril. Mientras tanto, la presa opera con apenas el 12.7 por ciento de su capacidad total.

Según proyecciones oficiales, el nivel de almacenamiento podría caer por debajo del 10 por ciento, lo cual sería el punto más crítico en su historia. El alcalde de Acuña alertó que esta situación compromete el equilibrio ambiental y el acceso al agua, derecho básico de toda persona.

Las extracciones responden al cumplimiento del Tratado de Aguas de 1944 entre México y Estados Unidos. Este acuerdo obliga al gobierno mexicano a entregar un volumen determinado de agua cada cinco años. Sin embargo, autoridades locales cuestionan que se ponga en riesgo a comunidades enteras por compromisos internacionales.

Datos de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) indican que México ha entregado más de 614 millones de metros cúbicos en el actual ciclo. A esto se suma el caudal del río San Rodrigo, afluente del Río Bravo, que ha contribuido con 14.3 millones adicionales.

La obligación total a cubrir es de 2 mil 158 millones de metros cúbicos. Para alcanzarla, se han intensificado las extracciones, pero Emilio de Hoyos considera que se está ignorando el contexto local y la fragilidad hídrica de una zona ya golpeada por años de sequías severas.

“Esta acción, de continuar, podría representar un daño irreparable”, expresó el alcalde en un comunicado. Por ello, el municipio pidió la intervención directa de la presidenta Claudia Sheinbaum para priorizar el derecho humano al agua por encima de compromisos binacionales de carácter político o económico.

Como respuesta inmediata, el gobierno de Acuña propuso una mesa de trabajo con autoridades de los tres niveles, expertos en agua, productores, sociedad civil y organismos internacionales. La idea es construir estrategias sustentables, de largo plazo, que no comprometan el futuro de una región que ya vive al límite.

Ciudad Acuña, ubicada en el desierto chihuahuense, es especialmente vulnerable a la escasez hídrica. Sus más de 200 mil habitantes dependen del agua no solo para vivir, sino también para sostener actividades económicas como la industria maquiladora, el comercio fronterizo y la agricultura de riego.

La presa La Amistad fue construida por México y Estados Unidos en los años 60 como símbolo de cooperación binacional. Su propósito original fue evitar inundaciones y regular el uso del agua en el Río Bravo. Hoy, medio siglo después, el reto no es contener el agua, sino evitar que desaparezca.

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