“Amar y perdonar es el camino de Dios” dice monseñor Néstor Martínez
En su mensaje dominical, Monseñor Néstor Martínez López, vicario de la Dócesis de Saltillo, hizo un llamado a la reflexión sobre la importancia de los Diez Mandamientos y su aplicación en la vida cotidiana. Durante la misa en el templo de Santiago Apóstol de Monclova, destacó su carácter universal y su base en la ley natural.
El vicario explicó que los mandamientos pueden ser seguidos por cualquier persona sin importar su religión. “Los Diez Mandamientos no son solo para los católicos, son principios universales que ayudan a la convivencia humana”, expresó. Insistió en que su cumplimiento fortalece los valores de la sociedad y ayuda a construir comunidades basadas en el respeto mutuo.
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Monseñor Martínez López también enfatizó el mensaje de amor que predicó Jesús, incluyendo el llamado a amar a los enemigos. Explicó que la doctrina cristiana se fundamenta en el amor a Dios y al prójimo, pero que el mensaje va más allá. “Jesús nos pide algo difícil pero esencial: amar a quienes nos han hecho daño”, manifestó.
Resaltó enseñanzas del Evangelio como “Hagan el bien a los que los aborrecen”, “Bendigan a los que los maldicen” y “Oren por quienes los difaman”. Subrayó que estas acciones fortalecen el espíritu y contribuyen a una sociedad más pacífica. Según el religioso, aplicar estos valores en la vida diaria puede transformar profundamente la manera en que las personas se relacionan.
El vicario reconoció que amar a los enemigos no es una tarea fácil, pero enfatizó que Jesús no pide lo imposible. “Si nos hace este llamado, es porque sabe que podemos hacerlo”, señaló. Agregó que el primer paso para lograrlo es evitar juicios precipitados y buscar la reconciliación.
Antes de concluir su homilía, Monseñor Martínez López invitó a los fieles a vivir según las enseñanzas de Jesús. Enfatizó que el amor y el perdón son valores fundamentales que deben prevalecer en la vida de todo cristiano. Con este llamado, cerró su mensaje dominical instando a los presentes a practicar el amor incluso en las situaciones más difíciles.