Borran 164 empresas su registro ante el IMSS de Coahuila en un año
La estadística de abril 2024-abril 2025 así lo demuestra, pese a ello hay un ligero aumento de empleos con 0.8% interanual
Coahuila cierra abril envuelto en un silencio incómodo: 164 empresas borraron su nombre del padrón del IMSS en solo un año. Cada persiana metálica bajada deja un hueco en la calle y un susurro entre vecinos: “ahí trabajaba mi hermana, ahí comprábamos el lonche”. El impacto rebasa cualquier estadística.
Saltillo encabeza la sangría con 29 patrones menos; Torreón le sigue con 40, Sabinas pierde 55, Monclova cede 23 y Piedras Negras 18. Solamente Acuña, a contracorriente, suma una razón social. Las avenidas industriales muestran naves vacías y anuncios de renta donde antes zumbaban máquinas y voces.
El retiro patronal coincide con un tropiezo laboral: abril cerró con 2 537 empleos menos que marzo 2025, dejando 866 976 trabajadores formales. Pese al golpe, el saldo sigue 4 237 plazas arriba de diciembre 2024. La leve ventaja sabe a poco cuando el estado ve desaparecer negocios que sostenían comunidades enteras.
La pérdida empresarial no detuvo, curiosamente, el avance interanual del empleo: 0.8 % más trabajadores desde abril 2024. Saltillo aportó 4 492 puestos, Torreón 2 448 y Piedras Negras 493. Monclova, arrastrada por cierres metalúrgicos, perdió 1 246 plazas. Las cifras revelan un mercado dividido entre polos pujantes y focos de contracción.
A escala nacional la sacudida fue mayor: ManpowerGroup reporta 47 442 empleos formales menos en abril, la caída más fuerte en veinte años fuera de crisis excepcionales. El trabajo temporal fue el gran sacrificado con 48 807 bajas. El desánimo recorre líneas de producción y escritorios improvisados en casas convertidas en oficinas.
Volviendo a Coahuila, octubre 2024 sigue siendo el último pico de bonanza con 881 853 puestos. Desde entonces la curva oscila sin retomar aquella cima. Cada empresa que cierra empuja el techo un tramo más lejos; cada nueva contratación apenas compensa la sombra que deja una planta apagada.
Las autoridades estatales presumen “resiliencia”, pero el tejido empresarial se adelgaza. Sin una estrategia para retener inversionistas y reanimar pymes, la numeralia positiva será un espejismo. Los vecinos lo saben: no hay cifra que sustituya la luz encendida de la fábrica de la esquina ni las quincenas que repartía.