Capacitan a rescatistas de Coahuila y Nuevo León con modelo texano de emergencias
Entre uniformes, libretas y simulacros, policías y cuerpos de rescate de la región Centro de Coahuila y de San Pedro Garza García, Nuevo León, asisten al curso “Comando de Incidencias”. La capacitación es impartida por especialistas de Misión, Texas, con el objetivo de estandarizar respuestas ante siniestros en ambos países.
El auditorio de la Facultad de Contaduría y Administración de la UAdeC se convirtió por dos días en centro de aprendizaje para quienes enfrentan incendios, explosiones y accidentes viales. Ramiro Durán García, subsecretario de Protección Civil en Coahuila, explicó que el objetivo es homologar los protocolos de emergencia entre México y Estados Unidos.
“El propósito es claro: que los primeros respondientes tengan roles específicos desde el primer minuto. Delimitar zonas, controlar ambulancias y activar alertas por código, todo según la gravedad”, señaló Durán. El curso incluye teoría y simulacros con escenarios realistas, donde cada segundo cuenta y cada decisión puede salvar una vida.
Durán recordó casos como el incendio en la tienda Aurrerá de Monclova, que devastó cinco mil metros cuadrados, y otros riesgos frecuentes en la carretera 57 o instalaciones de Pemex. “Estos eventos han mostrado lo frágiles que podemos ser sin protocolos claros”, afirmó el funcionario, con tono de urgencia.
Según datos de la Coordinación Nacional de Protección Civil, la mayoría de las muertes durante siniestros ocurre por fallas de coordinación en los primeros minutos. Este tipo de entrenamientos busca reducir esa estadística, dando a cada rescatista un rol claro, una zona definida y un código de acción inmediata.
El modelo ha sido utilizado en Texas desde 2018 con resultados medibles. Su esencia está en establecer zonas seguras, definir riesgos y coordinar desde un solo lenguaje entre bomberos, paramédicos y policías. José Oscar Alanís, de Protección Civil de Misión, Texas, dirige la capacitación y ha compartido cifras contundentes.
“En Texas, este sistema ha reducido los tiempos de respuesta en incendios industriales”, explicó Alanís. El protocolo también incorpora señalización visible y jerarquías operativas temporales. Para los participantes, la experiencia representa una oportunidad de actualización vital, especialmente en una región con alta incidencia de accidentes y eventos críticos.