Colectivo de familias busca esperanza en parroquias: inicia campaña en la Región Centro de Coahuila

Con la fe como aliada y la esperanza intacta, el colectivo “Juntos en Acción por Nuestros Desaparecidos, Región Centro Coahuila” iniciará una campaña en parroquias locales para visibilizar su causa, reunir a más familias afectadas y seguir luchando por el regreso de sus seres queridos.

La iniciativa surgió tras una invitación del padre Paulo Sánchez, quien ofreció al colectivo un espacio durante una reciente reunión de la Vicaría del Centro Desierto. Ahí, Nancy Elizabeth Ramón y Rocío de Jesús, fundadoras del grupo, presentaron su misión ante los sacerdotes de las 17 parroquias que la integran.

Este domingo a las 10:00 a.m., en la Parroquia del Espíritu Santo, comenzará formalmente la campaña, gracias a la apertura del párroco Israel Orduña. Durante la misa, se dará a conocer la labor del colectivo y se hará un llamado sensible a las familias que aún no se han acercado.

El objetivo principal es tender puentes de información y solidaridad. Muchas familias viven en silencio su dolor, sin saber a dónde acudir o qué pasos seguir. El colectivo quiere ser esa mano extendida que ofrece orientación, contención emocional y, sobre todo, el compromiso de no rendirse jamás.

“El dolor de una desaparición no se supera, pero se camina con él si hay compañía”, compartió Nancy Ramón. En cada parroquia, las integrantes leerán un mensaje esperanzador, dejando claro que no están solas. Que hay una red organizada, con voluntad y amor, trabajando por justicia.

Además de buscar a los desaparecidos, el colectivo promueve el acompañamiento psicológico, legal y espiritual. Las parroquias se convertirán así en espacios seguros donde el dolor se escuche, y donde las familias encuentren guía para iniciar el difícil camino de la denuncia y la búsqueda.

Las misas dominicales serán el primer paso para recorrer la región con esta campaña. El colectivo espera que, a través de la voz de los sacerdotes y la apertura de la Iglesia, más personas se unan a la causa, para seguir haciendo eco de una verdad incómoda pero urgente.

Porque cada persona desaparecida tiene un nombre, una historia y una familia que aún espera. Y porque, como dice el colectivo: “Mientras no sepamos dónde están, no podemos dejarlos atrás”. Esta campaña no es solo una búsqueda, es un acto de amor colectivo.