Fumigarán escuelas en la Región Centro para prevenir riesgos de salud al regreso a clases
Ante la cercanía del regreso a clases, autoridades educativas y de salud ya trabajan juntas para fumigar planteles escolares que así lo requieran. El objetivo es claro: evitar posibles contagios de rickettsiosis, una enfermedad transmitida por garrapatas que puede poner en riesgo a niñas, niños y adolescentes.
Abraham Segundo, titular de Servicios Educativos en la Región Centro, explicó que se mantienen en contacto directo con los directores de cada escuela. “Queremos asegurarnos de que los espacios estén seguros e higiénicos. No se trata solo de enseñar, también de cuidar la salud de toda la comunidad escolar”, dijo.
Las acciones se realizarán de manera preventiva en coordinación con la Secretaría de Salud. Aunque la rickettsiosis no es común en todos los planteles, el riesgo aumenta en espacios con maleza, tierra expuesta o presencia de animales, por lo que se está priorizando según las condiciones de cada escuela.
El llamado también se extendió a las madres y padres de familia. “Evitemos llevar mascotas a las escuelas. Hay casos en que los animales se quedan dentro de los planteles y eso complica todo, sobre todo si no están vacunados o desparasitados”, advirtió el funcionario, buscando generar conciencia desde casa.
La participación de la comunidad es fundamental. Mantener los patios limpios, cortar la hierba y revisar a tiempo las instalaciones puede marcar la diferencia. “Una sola garrapata puede bastar para causar un problema serio, así que es mejor actuar antes”, insistió Segundo con tono enfático pero cercano.
Si bien las fumigaciones se realizarán antes del regreso a clases, también podrían repetirse durante el ciclo escolar si se detectan nuevos riesgos. “No es una medida única, es una estrategia que se adapta a lo que cada plantel necesita. Escuchamos a las escuelas y actuamos en consecuencia”, aseguró.
Más allá de la prevención médica, estas acciones buscan enviar un mensaje de responsabilidad compartida. Gobierno, personal docente y familias tienen el mismo objetivo: que las niñas y niños regresen a un entorno donde puedan aprender sin preocupaciones, en escuelas limpias, seguras y listas para recibirlos nuevamente.
