Local

Gabriel, una historia inquebrantable; su vista se apaga poco a poco pero sus sueños no

  • Con 14 años de edad sueña con ser psicólogo o comunicador y pese a su radical cambio de vida sostiene que tiene firma su convicción y sus metas de vida

Por: Roberto Ortiz

Gabriel Sandoval Mantilla es un joven de 14 años que, a pesar de haber perdido la vista, se aferra a sus sueños con una determinación inquebrantable. Su historia es la de un luchador que, con el apoyo de su familia, maestros y amigos, demuestra que ninguna barrera es lo suficientemente grande.

Su vida dio un giro hace dos años, cuando le diagnosticaron atrofia óptica, una enfermedad que ha ido apagando poco a poco su visión. Sin embargo, Gabriel no se ha dejado vencer. Su meta es clara: estudiar Psicología y Comunicación, y con cada día que pasa, trabaja para lograrlo.

Actualmente cursa la secundaria en la Escuela Secundaria 35, donde ha encontrado un entorno que lo impulsa. “Al principio sí fue difícil, me sentía raro, pero después me fui acostumbrando y ahora me siento bien”, expresó el joven, quien ha sabido adaptarse a su nueva realidad con valentía.

Su madre, Mayra Mantilla, relató que Gabriel nació sin visión en su ojo izquierdo debido a la falta de función en su nervio óptico. Durante años, su familia desconocía la gravedad de su condición hasta que una maestra notó ciertas dificultades y sugirió realizar estudios médicos.

Los especialistas en un principio aseguraron que la enfermedad no avanzaría, pero el tiempo demostró lo contrario. Su visión siguió deteriorándose hasta quedar completamente afectada, un golpe duro para la familia, que al principio no sabía cómo enfrentar la situación.

“Fue difícil porque nosotros nunca tuvimos problemas de visión y no sabíamos qué hacer. Pero en la escuela ha recibido mucho apoyo de sus maestros y compañeros, y eso lo ha mantenido con una actitud positiva”, explicó su madre, quien junto con su esposo y abuelos, han sido su pilar.

Debido a su condición, Gabriel requiere cuidados especiales, ya que su cuerpo no produce vitamina A de manera adecuada, lo que ha complicado aún más su estado de salud visual. A pesar de los estudios médicos, hasta ahora no existe una operación o tratamiento que pueda revertir el daño en su nervio óptico.

Para facilitar su aprendizaje, la Escuela Secundaria 35, en colaboración con una institución, le entregó una tablet con inteligencia artificial. Esta herramienta le permitirá realizar sus actividades escolares con mayor facilidad y continuar con su educación de manera más accesible e incluyente.

El apoyo de su entorno ha sido clave para que Gabriel no se rinda. Su espíritu de lucha y su entusiasmo por la vida inspiran a quienes lo rodean. “Mi sueño es estudiar Psicología y Comunicación, y voy a hacer todo lo posible por lograrlo”, dice con firmeza.

Con cada obstáculo que enfrenta, Gabriel deja claro que la vista no define la visión de un futuro. Su historia es un recordatorio de que las limitaciones físicas no pueden frenar la grandeza de los sueños cuando hay determinación y esperanza.

Comparte en
Verified by MonsterInsights