Local

Jorge, un joven de Monclova que espera un nuevo corazón para seguir viviendo

Monclova, Coahuila.— A sus 29 años, Jorge Alberto Martínez Robles no piensa en fiestas, viajes o planes a futuro como la mayoría de los jóvenes de su edad. Su lucha es otra: su corazón está fallando y la vida se le va volviendo más frágil con cada día que pasa.

Desde hace años le diagnosticaron miocardiopatía dilatada e insuficiencia cardiaca, una enfermedad que ha marcado su vida y lo ha obligado a vivir entre hospitales, medicamentos y días de reposo absoluto. “Me dan de alta y a los 15 días ya estoy otra vez en urgencias”, relata con voz pausada desde su cama. En su más reciente internamiento, fue gracias a la intervención de una doctora que por fin logró que lo valorara un cardiólogo. Entonces recibió la noticia que, aunque dura, le abrió una pequeña ventana de esperanza: es candidato a un trasplante de corazón.

Con la mirada serena, pero los sentimientos a flor de piel, Jorge recuerda que en 2018 aún trabajaba en fábricas. No era fácil, pero salía adelante. Hasta que su cuerpo comenzó a darle señales de que ya no podía más. Lo despedían por no poder cumplir con su jornada, por sus ingresos al hospital y la falta de incapacidades. Hoy no le queda más que descansar. “Los doctores me dijeron que ya no puedo trabajar, que debo estar en reposo total”, dice, sin dramatismo, como quien ha aprendido a aceptar lo inevitable.

La vida no ha sido sencilla para Jorge. Su madre falleció hace una década, y aunque su padre sigue vivo, el apoyo que recibe de él es escaso. “Mi papá dice que me ayuda, pero le importa más el negocio”, comenta con honestidad. Su refugio lo ha encontrado en dos tías: una por parte de su padre que le da techo y lo cuida, y otra por parte de su madre que también lo respalda en lo que puede. Son ellas quienes lo acompañan en este proceso tan difícil, con amor y paciencia.

Vive en la colonia Borja y, consciente de los altos costos que implica un tratamiento de este tipo, Jorge hace un llamado a la solidaridad. Necesita apoyo para cubrir gastos de traslados, estudios y medicamentos. “La gente ha sido muy buena conmigo. Me han mandado algo de ayuda, poquito pero de corazón. A todos les doy las gracias y que Dios los bendiga”, expresa con humildad.

Jorge no pierde la fe. Sueña con el día en que un corazón nuevo le dé una segunda oportunidad de vivir. Este miércoles será trasladado a Monterrey, donde médicos especialistas evaluarán su caso a fondo y decidirán si puede entrar en la lista oficial de trasplantes.

Mientras tanto, se aferra a la esperanza. Agradece cada día, cada gesto, cada oración. Porque, aunque su corazón ya no resista como antes, su voluntad

Comparte en
Verified by MonsterInsights