Metalurgia y minería; carreras destinadas a desaparecer en la UAdeC
Los efectos nocivos por el cierre de AHMSA se siguen resintiendo y ahora es en el sector educativo donde se tienen los efectos negativos
Por: Roberto Ortiz
La desaparición de Altos Hornos de México no solo devastó la economía de Monclova y la Región Centro, también ha comenzado a borrar la enseñanza de la metalurgia y la minería en la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC). Sin una industria que demande profesionistas en estas áreas, las carreras que por décadas formaron ingenieros están al borde de la extinción.
Luis Carlos Talamantes Arredondo, coordinador de la Unidad Norte de la UAdeC, confirmó que la crisis de AHMSA ha desplomado la demanda en las facultades de Metalurgia en Monclova y Minería en Rosita. Antes, estas licenciaturas reunían grupos de al menos 30 jóvenes por generación. Hoy, apenas 10 o 12 personas muestran interés en inscribirse, pero ni siquiera está garantizado que concluyan su proceso de ingreso.
“Vino a pegar lo de AHMSA. Ahorita tenemos unos 10 o 12 inscritos, pero aún falta ver cuántos pasan y cuántos pagan para saber dónde quedamos”, explicó Talamantes. En contraste, facultades como Psicología o Contaduría y Administración reciben entre 300 y 400 aspirantes. La diferencia es abrumadora y pone en riesgo la continuidad de los programas de ingeniería vinculados a la siderurgia.
El cierre de la acerera, que por décadas canalizó a los egresados a empleos seguros en su planta o en empresas proveedoras, ha dejado a las nuevas generaciones sin una opción clara de trabajo. Ante este panorama, los jóvenes optan por carreras con mayor proyección laboral, reduciendo aún más la matrícula de las ingenierías metalúrgicas y mineras.
Las facultades enfrentan una disyuntiva. Si el número de alumnos cae por debajo del mínimo requerido, las opciones son fusionar los programas con otras áreas o incluso cerrar las carreras. “Si llegamos a tener 10 aprobados en una carrera, el grupo se abre porque la comunidad lo exige. Pero si son menos, se les da la opción de otras licenciaturas dentro de la UAdeC”, detalló Talamantes.
El declive de estas disciplinas ha obligado a la universidad a replantear su oferta educativa. “Es muy posible que tengamos que tomar decisiones importantes y proponer nuevas carreras, de hecho, ya estamos trabajando en ello”, señaló el coordinador. La UAdeC debe adaptarse a la nueva realidad industrial y encontrar alternativas viables para sus estudiantes.
Ante este reto, una opción es la ingeniería industrial, un campo con mayor demanda en el sector manufacturero. También se ha planteado la incorporación de nuevos programas como Procesos en Metalurgia, Enfermería y Recursos Hídricos en Rosita. “Nos estamos moviendo, no estamos con las manos cruzadas”, afirmó Talamantes, subrayando que la universidad tiene la responsabilidad de formar profesionistas en áreas donde aún haya oportunidades laborales.
El ocaso de la metalurgia y la minería en la UAdeC es un reflejo más del colapso de AHMSA y su impacto en la región. Con la siderurgia en crisis, el destino de estas carreras parece estar sentenciado. Ahora, la universidad busca reinventarse para no quedar atrapada en las ruinas de una industria que alguna vez definió el futuro de Monclova.