Monseñor Hilario González bendice iglesia en Centro Penitenciario Varonil de Monclova
Por: Roberto Ortiz
La Secretaría de Seguridad Pública de Coahuila anunció a través de sus redes sociales un momento trascendental en el Centro Penitenciario Varonil de Monclova. En una ceremonia cargada de significado, el obispo de la Diócesis de Saltillo, Monseñor Hilario González, bendijo la nueva iglesia en las instalaciones, donde posteriormente ofició la misa para los creyentes católicos presentes.
El acto religioso marca unidad en la vida penitenciaria de la región, ofreciendo a los internos la oportunidad de acceder a la práctica de su fe en un espacio sagrado dentro del penal. La presencia de Monseñor González simboliza un gesto de apoyo y solidaridad hacia aquellos que se encuentran privados de su libertad, brindándoles consuelo espiritual en un entorno donde la esperanza y la redención son valores fundamentales.
La bendición de la iglesia representa también un esfuerzo por parte de las autoridades penitenciarias y religiosas para promover la reinserción social y la rehabilitación de los reclusos, reconociendo la importancia del acompañamiento espiritual en el proceso de recuperación y transformación personal.
Los internos, acompañados por el personal penitenciario, participaron activamente en la ceremonia, demostrando un interés genuino en fortalecer su conexión con la fe y cultivar un sentido de comunidad dentro del centro penitenciario. La presencia de Monseñor Hilario González no solo simboliza un acto de fe, sino también un gesto de humanidad y compasión hacia aquellos que buscan reconciliarse consigo mismos y con la sociedad.
La iniciativa de instaurar una iglesia dentro del Centro Penitenciario Varonil de Monclova refleja el interés de las autoridades por garantizar el ejercicio pleno de los derechos fundamentales de los reclusos, incluido el libre culto religioso. Este evento marca un paso significativo hacia la construcción de un entorno penitenciario más humano, inclusivo y orientado hacia la rehabilitación y la reintegración social.
La bendición de la iglesia ofrece un rayo de esperanza y un recordatorio de que, incluso en los momentos más oscuros, la fe puede servir como una fuente de fortaleza y consuelo. Monseñor Hilario González y las autoridades penitenciarias han sentado las bases para un camino de redención y transformación, donde la fe y la espiritualidad juegan un papel fundamental en el proceso de reinserción de los individuos en la sociedad.
