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“Nada funciona en el Seguro Social”: Lluvias exhiben el abandono de la clínica 7 en Monclova

Las imágenes de la lluvia del sábado pasado filtrándose por techos y paredes de la clínica 7 del IMSS en Monclova no solo mostraron una falla estructural: revelaron una realidad que miles de derechohabientes padecen todos los días. Camillas en los pasillos, médicos sin insumos, equipos millonarios en riesgo por la humedad. Para el empresario Armando de la Garza, encargado del área de turismo en la CANACO, esto ya no puede llamarse hospital.

“No es posible que sigan hablando de inversión cuando lo que vimos es un hospital desmoronándose. Nos dicen que metieron 200 millones de pesos, pero no alcanza ni para tener funcionando el aire acondicionado. Este hospital necesita mínimo 2,000 millones, porque es regional. Lo que tenemos hoy no alcanza ni para lo básico”, expresó indignado.

Durante la tormenta, el agua ingresó a áreas críticas como la sala de espera del tomógrafo axial computarizado, la sala de urgencias y la CEYE de la torre B. El IMSS informó que no hubo daño a derechohabientes ni equipo médico, pero los estudios de tomografía fueron suspendidos mientras se secaban las áreas.

Sin embargo, el problema no se limita a una lluvia. De la Garza y otros empresarios denuncian que la crisis es permanente: urgencias colapsadas, sin medicamentos ni vendajes, pacientes comprando sus propios insumos para ser atendidos, y médicos que operan con instrumental propio porque el hospital no les provee lo necesario. “El área de urgencias parece una carnicería”, remató el empresario.

También se denunció una grave plaga de ratas, tanto en el interior como en los alrededores del hospital, lo que agrava el ambiente insalubre que rodea la atención médica en Monclova.

El enojo del sector empresarial es aún mayor porque las cuotas obrero-patronales se siguen cobrando puntualmente. “Ya no es un servicio gratuito. Los trabajadores y los patrones pagan, y si no pagas te embargan. Pero el servicio no corresponde a lo que se paga. ¿Dónde está ese dinero?”, cuestionó De la Garza.

A esto se suma una molestia por la falta de diálogo con la Cámara de Comercio. Mientras el IMSS ha sostenido reuniones con algunos empresarios, ha ignorado a la CANACO, que concentra al mayor número de derechohabientes en la región. “¿Será porque saben que les vamos a reclamar? ¿Tienen miedo de escuchar lo que pensamos?”, se preguntó el empresario.

La clínica 7, que debería ser un símbolo de atención médica de calidad en la región Centro de Coahuila, hoy parece estar abandonada por las autoridades. “Lo mínimo que se espera del Seguro Social es que funcione. No debería ser un logro tener limpio un hospital, debería ser una obligación permanente”, sentenció Armando de la Garza.

Mientras tanto, miles de monclovenses siguen esperando algo más que una reparación temporal tras cada tormenta. Esperan dignidad en su derecho a la salud.

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