Persistencia en medio de la adversidad: habitantes de Hércules mantienen la esperanza de que resurja el empleo en las minas de AHMSA
por: Roberto Ortiz
Hércules, en el municipio de Sierra Mojada, Coahuila, es una comunidad que resiste contra viento y marea. Dos años después del cierre de las operaciones mineras de AHMSA, los habitantes de este remoto poblado mantienen viva la esperanza de que el trabajo regrese a las minas y renueve su economía. A través de redes sociales, el usuario Roberto Arrellin resaltó que alrededor de 250 familias aún permanecen en el lugar, demostrando resiliencia pese a las adversidades.
Arrellin explicó que, aunque la situación es crítica y se han visto obligados a adaptarse a condiciones cada vez más difíciles, las familias en Hércules no se dan por vencidas. En su publicación, mencionó que la bodega de la mina, símbolo de la actividad laboral que alguna vez floreció en la región, está siendo desmantelada. Aun así, los pobladores alimentan la esperanza de que la situación pueda cambiar con la llegada de apoyos federales.
Uno de los programas que ha inyectado algo de optimismo en la comunidad es el de becas para estudiantes de secundaria, como las “Rita Cetina”, cuya asamblea informativa se celebró esta semana en la escuela secundaria local. Estos apoyos son una fuente de alivio para las familias, que buscan alternativas para seguir adelante y evitar el éxodo obligado de sus jóvenes.
En la misma publicación, Arrellin también informó que se está realizando un censo de salud casa por casa, así como la entrega de chips para conexión a internet, un recurso esencial para mantener a la comunidad conectada en medio del aislamiento geográfico. Estas pequeñas acciones, aunque limitadas, ofrecen un respiro y mantienen la cohesión de los habitantes.
La comunidad de Hércules aún depende de generadores eléctricos para el suministro de energía, lo cual añade complejidad a su vida cotidiana. Sin embargo, Arrellin se dirige con palabras de ánimo a sus vecinos, reconociendo la valentía de aquellos que han optado por quedarse, así como la de quienes se han visto forzados a emigrar en busca de oportunidades para sus familias.
Arrellin concluyó su mensaje con un tono de camaradería y compromiso, recordando que para los habitantes de Hércules no hay “vuelta de hoja”. Su resistencia y el apoyo mutuo son lo que les mantiene firmes en su decisión de quedarse, con la esperanza de que, algún día, las minas vuelvan a funcionar y traigan consigo la prosperidad que, hasta hace poco, era el sustento de su comunidad.
