Tormenta eléctrica en Monclova deja apagones, daños y familias desplazadas
Las intensas descargas del sábado provocaron fallas eléctricas que afectaron viviendas y negocios; varias familias se refugiaron en hoteles debido al calor y la falta de luz, informó Armando de la Garza, comisionado de Turismo de CANACO Monclova.
La tormenta eléctrica que azotó Monclova este sábado dejó más que lluvia. Fuertes descargas provocaron apagones en sectores residenciales, dañaron aparatos electrónicos y obligaron a algunas familias a abandonar sus casas para hospedarse en hoteles. El bochorno, sumado a la falta de luz, hizo imposible permanecer en sus viviendas.
Armando de la Garza Gaytán, comisionado de Turismo de CANACO Monclova, confirmó que algunos huéspedes llegaron por necesidad, no por turismo. “Nos cayeron personas que no podían dormir en su casa. El calor es insoportable sin minisplit, y varios se quemaron con la sobrecarga eléctrica”, explicó con preocupación.
La situación también afectó seriamente a los negocios. Sin energía, los sistemas digitales dejaron de funcionar. “Vivimos en un mundo donde todo depende de la luz: no hay pagos con tarjeta, ni transferencias, ni facturación. Si llega un huésped y no puedes cobrarle, pierdes más de lo que imaginas”, señaló de la Garza.
Las sobrecargas dañaron tarjetas electrónicas, fusibles y equipos como refrigeradores, televisores y aires acondicionados. En redes sociales, ciudadanos reportaron chispazos en postes de luz e incluso cables reventados por la fuerza de las descargas. “La red eléctrica mostró su fragilidad. No estamos preparados para estos fenómenos”, añadió el empresario.
Además de la electricidad, la lluvia intensa desbordó la capacidad de las casas. “Se inundaron varias viviendas. Hubo agua en interiores, y los aparatos se echaron a perder. Aquí llueve poco, pero cuando cae fuerte, la ciudad no lo soporta”, dijo. Las afectaciones materiales fueron evidentes y costosas para muchas familias.
Para hoteles, restaurantes y negocios que dependen del aire acondicionado, el verano representa un gasto altísimo. “Aunque no haya clientes, el clima debe estar encendido todo el día. No podemos atender con temperaturas extremas. El recibo llega muy alto y si encima se va la luz, la situación se vuelve insostenible”, advirtió.
El impacto de la tormenta reveló cuán vulnerable está Monclova ante eventos climáticos severos. De la Garza concluyó que se necesita fortalecer la infraestructura eléctrica y desarrollar una cultura de prevención. “No podemos seguir reaccionando después del daño. Debemos prepararnos, porque estas tormentas ya no son una excepción, son parte del presente”.