Donald Trump firma decreto para aranceles del 25% al acero y aluminio
Agencias
El anuncio de nuevos aranceles al acero y al aluminio por parte del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha encendido alarmas en la industria manufacturera y entre sus socios comerciales. La decisión de imponer un 25 por ciento de impuestos a estas importaciones amenaza con desestabilizar acuerdos económicos y generar represalias comerciales.
“Esto es importante, vamos a hacer Estados Unidos rico de nuevo”, declaró Trump desde el Despacho Oval, al oficializar la medida. Su orden elimina exenciones y cuotas libres de impuestos que beneficiaban a países como Canadá, México y Brasil, restableciendo así los aranceles sobre millones de toneladas de acero y aluminio que habían ingresado sin gravamen bajo acuerdos previos.
Según datos del propio gobierno estadounidense, Canadá y México, que junto a Estados Unidos conforman el T-MEC, representan el 40 por ciento de las importaciones de acero en 2024. La medida también exigirá que los metales importados sean “fundidos y vertidos” en la región, buscando frenar el acero chino que ingresa tras un procesamiento mínimo.
El asesor comercial de Trump, Peter Navarro, defendió la decisión, argumentando que fortalecerá la producción nacional y garantizará la seguridad económica. “Los aranceles al acero y el aluminio 2.0 pondrán fin al dumping extranjero, impulsarán la producción interna y asegurarán nuestras industrias como pilares de la seguridad nacional”, afirmó.
Sin embargo, la determinación del exmandatario ha generado preocupación en la comunidad internacional. Trump anticipó que esta acción es solo el inicio de una nueva serie de aranceles recíprocos, lo que ya ha provocado advertencias de represalias por parte de los socios comerciales afectados.