Piden inversiones reales, no más discursos: Armando de la Garza
Monclova no necesita más promesas, sino hechos. Así lo señaló el empresario del ramo hotelero Armando de la Garza, al advertir que mientras no llegue una empresa ancla, la economía local seguirá en el vaivén, sin expectativas reales de crecimiento y sin nuevas oportunidades para la población.
De la Garza subrayó que en los últimos diez años no se ha construido un solo hotel en Monclova, mientras que en Cuatro Ciénegas han abierto cuatro. También citó ejemplos como Saltillo o Ramos Arizpe, donde la actividad económica sí genera desarrollo, a diferencia de esta región, donde solo hay anuncios.
Aunque reconoció que Monclova tiene condiciones ideales como seguridad y mano de obra calificada, cuestionó por qué las inversiones siguen sin aterrizar. “¿Qué está faltando? No podemos quedarnos en que las condiciones están dadas. Necesitamos estrategias claras, no más discursos repetidos que suenan igual en cada rincón del país”.
Aseguró que lo que falta es construir clústeres reales, industriales y turísticos, con liderazgo de la iniciativa privada. “Los clústeres que funcionan, como en otros estados, nacen desde los empresarios, no desde las selfies de los políticos. Aquí se prefiere la foto a la acción, y eso no mueve la economía”.
Criticó también que muchos funcionarios públicos parecen más interesados en destacar en redes sociales que en generar mercado y empleos reales. “Necesitamos resultados tangibles. No presentaciones ni likes. ¿Qué te trajiste? ¿Qué se firmó? ¿Qué se construyó? La primera piedra cualquiera la pone; lo difícil es abrir, producir y sostener”.
Respecto al anuncio del gobernador sobre incentivos fiscales para atraer empresas, el empresario se mostró escéptico. “Es el mismo discurso que se escucha en todas partes. Tabasco, Sinaloa, Colima… lo mismo. La región centro y carbonífera necesita realidades, no promesas disfrazadas de apoyos especiales”.
Pidió dejar atrás la fantasía de que “ahora sí” llegan los cambios. “Se necesita planificación, seguimiento, ejecución. No basta con decir que se arreglarán carreteras o que se invertirán millones. ¿Dónde está ese dinero? ¿Dónde están las obras? Lo que abunda hoy son los anuncios, no los avances”, lamentó.
Finalmente, llamó a los políticos a reflexionar sobre el daño que causan las expectativas elevadas sin sustento. “Generan ilusiones, pero también desilusiones profundas. La gente ya no quiere escuchar que vienen cosas buenas. Quiere verlas. Y en Monclova, hace años que no vemos una inversión verdaderamente transformadora”, concluyó.