Reforma de jornada laboral pone en riesgo a MiPyMEs: podrían enfrentar alzas de hasta 36% en costos
Reducir la jornada laboral en México a 40 horas semanales podría desatar un aumento de hasta 36% en los costos laborales de las micro, pequeñas y medianas empresas, advirtió el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), órgano del Consejo Coordinador Empresarial.
El organismo señaló que actualmente, cerca del 60% de los trabajadores formales en México laboran más de 40 horas a la semana. Cambiar este esquema implicaría una reestructura operativa drástica, especialmente para las MiPyMEs, quienes componen el corazón del aparato productivo nacional.
Para mantener su productividad, las empresas tendrían que contratar más personal, pagar horas extras o modificar sus contratos actuales. “Cualquier alternativa representa un golpe a las finanzas de las compañías”, advirtió el CEESP, preocupadas por cómo responderán las MiPyMEs ante esta exigencia legal.
El ajuste podría traducirse en recortes, suspensión de operaciones o menor generación de empleos. Esto, a su vez, afectaría el crecimiento económico y podría generar más presión sobre el mercado laboral formal, el cual ya enfrenta importantes desafíos estructurales.
El CEESP recordó que las empresas ya enfrentan cargas importantes: aumentos al salario mínimo, mayores cuotas patronales por pensiones y más días de vacaciones. “Todo esto ha incrementado el costo de contratar, justo cuando la productividad no muestra señales de mejora”, subrayó el centro de análisis.
Aunado a lo económico, las empresas operan en condiciones adversas: inseguridad, corrupción, servicios públicos colapsados y pérdida de contrapesos institucionales. “Todo esto dificulta aún más que las empresas puedan sostener el empleo formal”, alertó el CEESP.
Según el IMSS, en abril se reportaron 26 mil 420 patrones menos que el año anterior, lo que revela una caída en el número de empleadores formales. Detrás de esos números hay cierres, despidos y más trabajadores desplazados hacia la informalidad.
Ante este panorama, el CEESP pidió al gobierno generar un entorno propicio para que las empresas puedan crear empleos de calidad. “El Estado no genera empleo, pero sí puede facilitar o bloquear su creación con sus políticas”, puntualizó el organismo.
El centro concluyó que para combatir la pobreza de forma real y duradera es indispensable fortalecer el empleo formal. Las reformas laborales, sin un entorno que las respalde, podrían convertirse en un obstáculo en lugar de una mejora para millones de trabajadores mexicanos.