Tragedia en Texas: Inundación arrasa campamento infantil y deja 32 muertos
Agencias
Hunt, Texas.— El dolor ha cubierto el corazón de Texas. Lo que debía ser un fin de semana de celebración patriótica se convirtió en una tragedia sin precedentes para decenas de familias, luego de que una inundación súbita arrasara con zonas enteras del condado de Kerr, dejando un saldo devastador de al menos 32 personas muertas y 27 desaparecidas, muchas de ellas niñas y monitoras del campamento cristiano Mystic, ubicado a orillas del río Guadalupe.
Desde el viernes por la noche, la lluvia no dio tregua. En apenas 12 horas cayeron más de 30 centímetros de agua, haciendo que el caudal del río Guadalupe se elevara a 9.9 metros, su segundo nivel más alto registrado en la historia. La fuerza del agua alcanzó con furia los campamentos de verano, arrastrando carpas, vehículos y dejando un rastro de destrucción y angustia.
El sheriff Larry Leitha Jr., visiblemente conmocionado, confirmó que 14 menores de edad perdieron la vida, tres de ellos aún sin identificar. Las cifras hielan la sangre: 18 adultos también murieron, y 27 personas siguen sin aparecer, entre ellas niñas que apenas días antes enviaban cartas a casa hablando de fogatas, cantos y nuevas amistades. Hoy, sus nombres figuran en listas de búsqueda.



Las escenas que se viven en el campamento Mystic son desgarradoras. Padres han llegado desde todos los rincones del estado buscando noticias de sus hijas. Algunas familias acampan junto a la carretera, esperando con la esperanza rota que algún helicóptero les devuelva a sus pequeñas. “Es como si la tierra se hubiera tragado todo”, dijo entre lágrimas una madre que aún no recibe noticias de su hija de 9 años.
La tragedia movilizó al gobierno estatal y federal. El gobernador Greg Abbott declaró emergencia en seis condados, y aseguró que los esfuerzos de rescate no cesarán. La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, confirmó el despliegue de helicópteros, drones con cámaras térmicas y más de 2,200 elementos de rescate que ya trabajan en la zona más crítica.
Mientras tanto, el río Guadalupe sigue bajando lentamente, dejando tras de sí casas hundidas, árboles partidos y juguetes flotando entre el lodo. Cada objeto hallado es una punzada más para las familias que aún esperan un milagro.
Las autoridades pidieron evitar traslados a la región para no obstaculizar las labores de búsqueda. El Servicio Meteorológico advirtió sobre posibles lluvias adicionales, lo que mantiene en vilo a los rescatistas y a una comunidad entera que hoy llora, ora y espera.
fotos: Agencias