Adolescente sufre crisis tras ingerir bebida alterada; padres rechazan antidoping
Por: Roberto Ortiz
Monclova. La incertidumbre y el temor se apoderaron de una familia cuando su hijo, un estudiante de secundaria, comenzó a mostrar un comportamiento inusual tras consumir una bebida energizante. Ante la preocupación, lo trasladaron a la Cruz Roja, donde los médicos sugirieron realizarle un antidoping, pero los padres se negaron y abandonaron el lugar.
El director del hospital de la Cruz Roja Ricardo Lojero Alvarado informó que el menor llegó visiblemente inquieto, con nerviosismo extremo y una conducta alterada. Aunque se sospecha que la bebida pudo haber sido manipulada con alguna sustancia, no fue posible confirmarlo debido a la negativa de los padres a autorizar la prueba toxicológica.
“Era importante realizar el examen, pues estos casos pueden ser graves. Sin embargo, los padres prefirieron retirarse sin que pudiéramos determinar qué afectó su estado”, explicó Lojero Alvarado. Afirmó que este tipo de incidentes son delicados y deben ser reportados a la Procuraduría de los Niños, las Niñas y la Familia (PRONNIF) y, si es necesario, a Seguridad Pública.
El caso ocurrido el pasado jueves con el menor estudiante de secundaria no es un caso aislado. El director recordó que hace un par de semanas otro adolescente llegó con síntomas similares tras consumir un pastelillo que contenía una sustancia tóxica. “Estamos viendo un patrón preocupante en el consumo de productos alterados entre los jóvenes, lo que puede representar un riesgo grave para su salud”, advirtió.
Los especialistas señalan que las bebidas energizantes, incluso sin alteraciones, pueden provocar efectos adversos en los adolescentes debido a su alto contenido de cafeína y otros estimulantes. Sin embargo, la posibilidad de que sean manipuladas con sustancias desconocidas aumenta el peligro de intoxicaciones severas e incluso reacciones neurológicas adversas.
El caso ha generado debate sobre la responsabilidad de los padres en este tipo de situaciones. Si bien tienen derecho a decidir sobre los procedimientos médicos de sus hijos, expertos en salud sostienen que la negativa a realizar pruebas puede dificultar la identificación de posibles riesgos y evitar que se repitan estos incidentes en otros jóvenes.
Ante esta situación, autoridades médicas hicieron un llamado urgente a los padres de familia para que refuercen la vigilancia sobre lo que consumen sus hijos. “Es fundamental que los adolescentes sean advertidos sobre los riesgos de aceptar bebidas o alimentos de personas desconocidas, así como sobre el consumo de productos no regulados”, insistió el médico.
La PRONNIF podría intervenir en este caso para investigar si existe algún tipo de negligencia por parte de los tutores al evitar que se esclarezca lo que ocurrió con el menor. Por otro lado, autoridades de salud han reiterado la importancia de reportar de inmediato cualquier sospecha de intoxicación por sustancias desconocidas.
Con la creciente incidencia de estos casos, especialistas han solicitado mayor regulación en la venta de bebidas energizantes y productos comestibles en tiendas cercanas a planteles educativos. Mientras tanto, las autoridades locales trabajan en estrategias de prevención y concientización dirigidas a estudiantes, maestros y padres de familia.
Este nuevo episodio refuerza la necesidad de estar atentos a los hábitos de consumo de los adolescentes, pues lo que parece un simple descuido puede derivar en una emergencia médica. La pregunta sigue en el aire: ¿se trató de una bebida adulterada o había algo más que los padres prefirieron ocultar?